Pensar que todo se había ido, que jamás volvería todo lo que un día se perdió.
Sonreír aún sabiendo que eso que regresó lo hizo para volverse a ir.
Mantener la ilusión, la esperanza, y la fe de que se quedara.
Disfrutar minuto a minuto mientras está.
Dejar caer una lágrima en el último minuto.
Dar la media vuelta al ver que ya se fue.
Asimilar lo que ya sabías que iba a pasar.
Correr y reír mientras quieres llorar.
Levantar la cabeza sin mirar atrás.
